viernes, 24 de mayo de 2013

Importancia del Catálogo de cualificaciones para el empleo juvenil

Los elevados niveles de desempleo que afectan a los jóvenes españoles están provocando un amplio debate sobre el tipo de estrategias más acertadas para afrontar un problema que amenaza con romper la cohesión social. No es una experiencia novedosa. En España ya se han experimentado en épocas anteriores, situaciones parecidas de elevado desempleo juvenil, por lo que se posee alguna experiencia sobre el diagnóstico de la situación y el tipo de políticas más adecuadas para afrontarla.

En cualquier caso, el origen de este problema de alto desempleo juvenil, con independencia de los efectos de la recesión en términos de creación de puestos de trabajo, guarda una estrecha relación con el temido desajuste entre las necesidades que plantea el mercado laboral para cubrir los empleos ofertados, y las cualificaciones que proporcionan los sistemas de educación y formación.

En situaciones de crisis anteriores, con un elevado nivel de desempleo de jóvenes, como en el período 1993-1996, no se disponía de un Catálogo nacional de cualificaciones profesionales, al que referir los sistemas de formación y educación. La Ley 5/2002 ha sentado las bases de un modelo de aprendizaje a lo largo de la vida, compatible con el Marco europeo de cualificaciones, que permite orientar la formación de acuerdo con las necesidades del tejido productivo, facilitando que el desajuste antes referido se corrija.

Uno de los retos fundamentales de la política de empleo juvenil es avanzar en la corrección de esa diferencia entre cualificaciones exigidas y ofertadas por el mercado de trabajo y las empresas. Para ello, se necesita impulsar políticas formativas basadas en las cualificaciones profesionales, estándares de referencia, que contienen las competencias que realmente son necesarias para un desempeño profesional ajustado y eficiente. Se hace necesario ajustar la formación de los jóvenes que acceden al mercado de trabajo a las exigencias de los puestos.

Para ello, la formación dual puede ser una solución, pero no la única. En España se han desarrollado suficientes experiencias en el ámbito de los programas mixtos de empleo y formación cuyos resultados en términos de ajuste de cualificaciones, ha sido altamente positivos. Se trata de realizar un análisis en profundidad de la eficacia de estas acciones y aprovechar las buenas prácticas existentes, que han sido trasladadas a otros países y ordenamientos educativos y laborales con idéntico éxito.

En cualquier caso, la referencia del Catálogo de cualificaciones debe servir para orientar las decisiones dirigidas a corregir los desajustes entre oferta y demanda de cualificación. La actualización del Catálogo y la incorporación de nuevas cualificaciones se realiza por medio de procedimientos bien definidos, que se deben atender en caso de que sea necesario. El trabajo realizado ha sido relevante y ahora toca ponerlo a funcionar. Solo puede que traer resultados positivos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario